Caperucita Roja
Había una vez, en una barrio de Medellín, una niña llamada Caperucita Yuyeimy Roja.
Un día, su mamá la manda a donde su abuelita a hacer una vuelta
-No te devíes del camino Caperucita, acuérdate que hay mucho pillo- le dijo su madre
-Ve donde la abuelita que está muy enferma y le entregas esta merca. Recuerda no apartarte del camino que te encuentras a los de la moto.
Caperucita, muy juiciosa, se fue por el camino, cantando :"A mi me gusta la gasolina, dame más gasolina", cuando de repente se le aparece un milicio:
-Hola Caperucita, eh avemaría mi amor, cada día más chimbita. Pa' donde va
-Ah, voy pa' donde mi cucha, a hacerle la visita que está muy enferma- le respondió Caperucita
-Vení, y que llevás en esa canasta- le preguntó el milicio.
-Huy Caperucita, si es comida, dame que estoy con un filo-
-Oigan a este, no ves que son pa' la cucha- le respondió azarada Caperucita
El milicio la vio sospechosa y Caperucita quería seguir su camino. Ella sabía que no podía mostrarle el contenido de la canasta a este personaje, porque se daría cuenta de que la abuelita le estaba quitando el negocio. Si las descubrían, las mandaban pa el papayo.
-Sabes qué Caperucita-le dijo el milicio con cierta sospecha
-andate por esta acera, llegas más rápido- le dijo
Caperucita se fue por esa acera, pero había sido engañada por el milicio, porque era un camino mucho más largo.
El milicio llegó primero donde la abuelita y el vió toda la droga
-Ah, con que vos sos la cucha que me está quitando el negocio. Esta plaza es mía, entendés- y le propinó dos disparos
Cuando Caperucita llegó, vió la puerta abierta y a su abuelita muy cubierta por las cobijas
-Pobre abuelita, estás muy enferma-
Al tocarla le vió unos tatuajes que le parecieron muy sospechosos y le preguntó por ellos
-Abuelita, porque tiene esos tatuajes-
-Pues mijita, pa despistar al enemigo-
Luego le vió unas armas y le preguntó:
-Abuelita, porque tienes esas armas-
Y la abuelita le respondió:
-Pa matarte y verte morir traidora
Caperucita empezó a correr por la habitación y el milicio detrás de ella. Entonces, pasaban por ahí los verdes y al escuchas los gritos le dispararon al milicio.
Caperucita después de esto no volvió a hablar con milicios ni a meterse en sus territorios.